Publicado el 31 de Octubre, 2006, 9:29
Me encuentro con mis primeros libros de la colección Ciencia Joven, de la excelente editorial Eudeba (Editorial Universitaria de Buenos Aires). Me gustaría comentar el libro de Diego Harari y Diego Mazzitelli, "100 años de relatividad". Según reza la contratapa: "La colección Cienca Joven fue pensada para suplir la escasez de buenos libros de divulgación de ciencias exactas, naturales y sociales destinados a los estudiantes de la escuela media. La Editorial Universitaria de Buenos Aires convocó a un conjunto de destacados autores en cada uno de los temas elegidos, que nos proponen la aventura de pensar un mundo siempre cambiante, con el fin de estimular el interés de los estudiantes en el conocimiento y, de esta manera, descubrir y orientar la propia vocación". Luego de haber leído algunos libros de la colección, me atrevo a comentar que, además de servir a los estudiantes de la escuela media, sirve perfectamente para cualquier persona de mente inquieta que quiera conocer y mantenerse actualizado sobre temas que tal vez no sean de su especialidad. En el caso de "100 años...", me sirvió para reencontrarme con temas que tengo en mi biblioteca, pero que hace años que no visito. Los autores abarcan claramente los principios de la teoría de la relatividad, tanto la especial como la general, mostrando de forma didáctica, cómo de algunos postulados (como el de equivalencia o la constante de la velocidad de la luz), Einstein y otros consiguieron desentrañar gran parte de la estructura del Universo. Es muy bueno el desarrollo: la compresión de las paradojas, la explicación de las consecuencias como el atraso de los relojes en movimientos, y la discusión sobre la simultaneidad, han sido de las más claras que he encontrado (en otros libros de mi biblioteca, ocultan la claridad tras relatos interminables que pretenden ser didácticos, o mediante discusiones largas, donde el lector desprevenido puede perderse fácilmente). Al tratar los desarrollos de todo un siglo, los autores nos informan de las novedades de la teoría, desde una renovación ocurrida en los 60, hasta las modernas ideas sobre los agujeros negros, su evaporación, y el problema de la materia oscura. También explican conceptos como las lentes gravitacionales, las ondas de gravedad, y cómo Einstein desestimó las consecuencias de la constante cosmológica (que llegó a denominar "el mayor error de mi carrera"). Estos son los títulos y resumen de contenidos de los capítulos: - Leyes y experimentos Como obra de divulgación, no incluye muchas fórmulas matemáticas, y si las incluye, las coloca en notas complementarias. Personalmente, me hubiera gustado algún detalle más sobre las matemáticas involucradas, pero reconozco la intención del libro: no ser un libro técnico sino de difusión de las ideas. Diego Harari es doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como investigador principal del Conicet en el Grupo de Física de Partículas del Centro Atómico Bariloche de la Comisión de Energía Atómica. Francisco Diego Mazzitelli es doctor en Física por el Instituo Balseiro, Universidad Nacional de Cuyo. Se desempeña como profesor asociado e investigador principal del Conicet, en el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Ficha técnica Más información en el catálogo de Eudeba 100 años de relatividad Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 15 de Octubre, 2006, 20:09
Recuerdo a mi madre, llegando de compras, o limpiando la casa, o revisando mi tarea escolar, y dándome coscorrones en la cabeza, ante alguna equivocación. Tantos días, tardes y noches, cuidándome, viendo cómo crecía, vigilándome en la infancia, guiándome en mis primeros pasos. Recuerdo su canción de cuna, que nunca más he vuelto a escuchar. Sus retos, provocados por alguna travesura mía. Su alegría, ante algun pequeño logro en mis actividades. Ella me adoptó a mis pocos días de nacer, y junto con mi padre, me hicieron parte de su familia. Fuí, de alguna forma, el niño mimado. Intuyo los esfuerzos hechos, para que pudiera tener una educación formal, para que cada día tuviera todo resuelto, desde la comida, la ropa, los juguetes, los interminables libros de mi años juveniles. Y sobre todo, lo que uno recién llega a apreciar con los años, ese amor incondicional de una madre. Recuerdo su preocupación cuando enfermaba, sus cuidados de todo el día en esos casos. Cómo me atendía durante horas, dejando de lado todo, como si yo fuera lo único que existiera. Tuve que asistir a ver cómo una mujer llena de vida, languidecía con una larga y terrible enfermedad. Recuerdo sus últimos días, con alguna sonrisa en su rostro, y luego, meses de vida vegetativa. Hoy extraño el coscorrón, la canción de cuna, la comida, la sonrisa, y ese sentimiento suyo, que ya no está. Espero que todo lo que hizo, por que tuviera un futuro, sirva de algo. Lo que trato de hacer de bueno en mi vida, poco o mucho, es para justificar, de alguna forma, todo su sacrificio. |