Publicado el 19 de Julio, 2007, 12:10
En estos días, estoy algo enfermo, y entre fiebre y garganta irritada, encuentro algún alivio en la lectura. He abandonado el dictado de cursos y actividades que me hagan hablar, pero he podido seguir programando a intermitencias, y leyendo y pensando. En esta última semana, he desafiado la ley de conservación de la materia, dado que me he convertido en un creador continuo de moco, pero ya estoy mejorando. En estos días de convalencencia, me he encontrado con textos de Ortega y Gasset, como su "¿Qué es filosofía?" y su "Sobre la razón histórica", donde trata de su tema preferido, sobre como uno no es uno, sino que lo precede un pasado, creo que ahi apunta su "yo soy yo y mi circunstancia"; discute y ataca ahí la postura de Parménides (donde tengo puntos en común), la posición de Descartes (tan revivido y discutido en el siglo XX, acá creo que puedo disentir con la postura de Ortega, que ve un planteo ontológico en lo que yo veo un camino gnoseológico, un camino de cómo conocer, en el bueno de Descartes). Y he vuelto sobre "A la caza de la realidad" de Mario Bunge, su último libro, sobre el cual, tengo como cien "post" para escribir (excelente libro, claro a ultranza, muy bien armado, totalmente recomendable). El libro de Bunge es refrescante: ante tanta afirmación de "la realidad es como yo la veo" (planteo que confunde realidad con imagen de realidad), tanto relativismo, tanto escepticismo del tipo "no podemos conocer nada", o "el conocimiento es un consenso", tanto texto enrevesado, y tanta hermeneútica a emplear, entre tanto de tanto, encontrarse con el texto de Bunge es un oasis, un lugar de descanso, una corriente fresca, un respaldo de razón y buen sentido (como lo llamaba Descartes). Puedo discutir varios puntos de la postura Bunge, pero es magnífico su estilo y exposición. Bueno, pero vayamos al tema de este post. Como el tema realidad y apariencia, noumenos vs fenómeno (según lo plantea Kant, entre cosa en sí y cosa para nosotros), aparece en varios de esos escritos, recordé que tenía pendiente leer un texto de Einstein, sobre la filosofía de Bertrand Russel. En un libro con una selección de sus escritos, aparecidos en el centenario de sus primeras publicaciones impactantes, el bueno de Einstein le hace "chas chas" en la cola, a Russell, que tenía muchas veces posturas "fenómeno conocemos, lo demás no sabemos". Ya dará para otro post una discusión sobre el tema. El libro en cuestión es "Eistein", de editorial Crítica, y en el capítulo 22 es el titulado "Observaciones sobre la teoría del conocimiento de Bertrand Russell", que es el artículo "Remarcs on Bertrand Russell's theory of knowledge", aparecido en el volumen "The philosophy of Bertrand Russell", editado por Paul A. Schilpp. Ahí encuentro el texto:
Y aquí viene lo que me interesa ahora:
Ahh!! Notable. Ciertamente, Russell es uno de mis escritores favoritos. Y este año, al tener que leer con detenimiento a Hume, también Hume ha caído en mi denominación "el bueno de Hume", al notar, al percibir el esfuerzo de escocés por hacerse entender, que lo entiendan, que no haya que hacer una adivinación del tipo interpretativo entre párrafo y párrafo, donde no rehuye el ejemplo, ni tampoco inventa palabras trencito "a lo filósofo alemán", ni apela a expresiones que no explique, ni se encanuta cuál fue el camino que siguió para llegar a su conclusión. Pero quisiera volver a destacar:
Maese Einstein, yo también acá, perdido en Argentina, al principio del tercer milenio, me siento sorprendido de semejante estado de cosas, que perdura con nuevos ejemplos. Creo que hay varias causas: un poco de snobismo y moda, un poco de pensamiento débil, una interpretación tan laxa que cualquier cosa se puede aceptar... Bien, habría tanto para escribir y discutir. Por ahora, sigo pidiendo: si alguien tiene algo para exponer, que le parezca importante, se le agracederá claridad. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |