Publicado el 31 de Agosto, 2007, 12:10
Sigo leyendo al Leviatán de Thomas Hobbes, y me sorprende la claridad con que trata algunos temas. Uno que me interesa sobremanera, el lenguaje, su uso y su abuso, lo trata en el capítulo IV, que no tiene desperdicio. Comencemos hoy a explorar este capítulo. Primero recuerda a la imprenta, y a las letras, como grandes invenciones. Pero leemos:
Notable apelación a la diferencia con los animales. Creo que el ser humano tiene el lenguaje, pero no es lo más distintivo que posee. Tiene algo más, las capacidades de pensamiento abstracto, formación de modelos, de ahi, el manejo de una "realidad" posible en la mente. El lenguaje tiene varias funciones, y actualmente, nos aparece tan ligado al pensamiento, que no podemos verlo como una capacidad separada.
A Hobbes le asombra de alguna forma esta sola mención. ¿Y las demás palabras?
Aprovecha Hobbes para pegarle a la filosofía que lo precedió. Interesante su referencia a las escrituras, donde no ve que se le haya dado al hombre más que algunos nombres: según él, lo demás ha sido invención humana. Hobbes vive en un tiempo donde se pone en cuestión las enseñanzas de los antiguos, de la autoridad, pero no a Dios o al cristianismo. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 30 de Agosto, 2007, 11:57
El concepto de dominio .com (nombre simbólico para identificar empresas, instituciones, servidores en Internet) nació en 1985. En ese entonces no había web (navegadores, servidores web, ...) sino otros programas, como transferencias de archivos y correo electrónico. A partir de entonces, se pudieron reservar dominios .com (creo que ya había otros dominios para instituciones educativas y del gobierno, aunque no sé si con el sistema de posfijo .edu y .gov, sino con nombres arbitrarios, pero tendría que confirmar). Los primeros 100 dominios .com reservados fueron (los del mismo día aparecen en orden aleatorio): 1. 15-Mar-1985 SYMBOLICS.COM Vemos algunos nombres de empresas que se subieron tempranamente al sistema de dominios, como IBM, Intel, ATT, Apple, DEC. Interesante para mí el caso de IBM: el día que registró su dominio, yo trabajaba en la sucursal de Argentina: IBM tenía una Global Network, un sistema propio para comunicar a todas las filiales de IBM. Recuerdo haberla usado para consultar a especialistas en otros países, hace ya más de dos décadas. Vemos que se tardó un par de años para conseguir llegar al número 100 entre los dominios. No era algo que las empresas vieran como indispensable. Fuente original: http://theforrester.wordpress.com/2007/08/13/the-100-oldest-domains-on-the-internet/ Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 29 de Agosto, 2007, 12:12
Thomas Hobbes, al discurrir sobre el discurso mental, la secuencia de pensamientos, que es una capacidad humana distintiva, llega a un momento, al final del capítulo III del Leviatán, que coloca de nuevo a la imaginación en su discusión, tema que ya había tratado en el capítulo II. Leemos:
Acá disiento. Creo que Hobbes, como en algún momento Berkeley y otros, confunde imagen con concepto. Es más o menos claro que toda imagen que tengamos es finita. Pero nuestras capacidades incluyen no sólo manipular imágenes, sino también conceptos. Por más que a Berkeley le cueste (no sé todavía si a Hobbes le sucede lo mismo), hay conceptos abstractos. Lo que sucedió es que ambos confundieron o fundieron concepto con idea, donde esta última tiene mucho de "imagen", de formarse una imagen de algo que teníamos de otra idea, o de alguna sensación. Creo que Hume también patina de forma similar. A favor de ellos, debemos decir que se refieren siempre a ideas abstractas, y no a conceptos. Pero también en alguna parte, se quedan solamente en las ideas particulares, generales, y no mencionan la posibilidad de un concepto abstracto. A lo más, llegan a alguna forma de nominalismo, como que la palabra triángulo refiere a todos los triángulos, y nada más. Debería igualmente, repasar tanto a Berkeley como a Hume, para no imputarles más de lo que debería. No es fácil tener conceptos abstractos, y de alguna forma, ideas abstractas, como triángulo. Los manipulamos, pero necesitamos la ayuda de alguna imagen, de un triángulo particular, o de una línea finita que represente a la línea infinita, para poder avanzar. Pero podemos avanzar, podemos manipular lo infinito, y hasta llegar, como ha llegado la matemática, ha considerar abstracciones prácticamente puras, con conceptos abstractos como la estructura de cuerpo y las categorías, por poner dos ejemplos, y hasta manipular el infinito. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 27 de Agosto, 2007, 11:21
Ya escribí un post sobre Heisenberg, mencionando material de un congreso de junio de 1968, en el Centro Internacional de Física Teórica de Trieste. Una de las conferencias estuvo a cargo de P.A.M. Dirac, y en unos párrafos, trató un tema en el que coincido, y que sabía que a Dirac le interesabe, pero no había podido hasta ahora encontrar una referencia. Me sorprende gratamente, la sección de su discurso se titula "La especulación cosmológica" y es así:
Dirac advierte que bien las llamadas "constantes" bien puede no ser constantes. Creo que ahí un punto a investigar en detalle. En los últimos años han aparecido teorías que toman esta idea y la desarrollan como posible. Las constantes fundamentales son un dato que en toda teoría, viene como dado: no surge de la propia teoría. Por ejemplo, la teoría de la relatividad no da ninguna pista para afirmar por qué la velocidad de la luz tiene tal valor. Pasa lo mismo en otras teorías, con respecto a una decena de constantes (debería revisar la lista, tengo un libro de editorial Crítica, solamente sobre el tema de las constantes de la naturaleza). Una teoría unificadora, del todo, bien podría explicar que haya una relación entre las constantes, y que si bien la relación se mantega, puede que los valores absolutos no, que cambien con el tiempo (por ejemplo, podría plantearse una teoría donde la densidad de material en el universo, imponga algún valor a la velocidad de la luz). Algunos enlaces sobre teorías donde la velocidad de la luz no es constante: http://del.icio.us/ajlopez/vsltheory (vean la polémica entre Moffat vs João Magueijo y Andreas Albrecht; Megueijo tiene un libro de divulgación sobre el tema de su desarrollo, muy interesante, para ver cómo surgen teorías competiendo contra otras teorías ya establecidas, en el ambiente de la cosmología). Es de destacar lo que dice Dirac sobre la adopción por parte de los físicos de la belleza matemática: un acto de fe, que ha sido fructífero. Al parecer, el substrato de la realidad está organizado, "funciona" de una forma que puede describirse matemáticamente (lo que hubiera hecho las delicicias de Pitágoras). Y lo que para un ser humano es belleza matemática (por ejemplo, la simplicidad, la simetría, y otras cualidades), de alguna forma ha venido correspondiendo con lo que pasa ahí afuera. Sobre el último párrafo, sobre los dos métodos que menciona, luego da ejemplos. Espero poder más adelante escribir sobre ese desarrollo. Fuente consultada: La unificación de las fuerzas fundamentales, Ed. Gedisa, Adbus Salam, Werner Heisenberg, Paul Dirac. Nos leemos! Angel "Java" Lopez (ver de poner o no ese último párrafo, seguir comentando en otro post la página 177, ver el tema de las constantes, ver el tema de la teoría de cuerdas) Citado en La unificación de las fuerzas fundamentales, Ed. Gedisa, Adbus Salam, Werner Heisenberg, Paul Dirac. |
Publicado el 26 de Agosto, 2007, 0:09
Ya escribí sobre Thomas Hobbes (1588-1679) en estos días. Ver: Hobbes y los sentidos Sigo escribiendo sobre él, para dejar por escrito algunos párrafos que me llaman la atención, y me sirven para aclarar mis propios pensamientos sobre el tema. Veremos más adelante, cómo trata el lenguaje, donde tiene algunas declaraciones que se acercan a mi postura sobre la claridad. Mientras, sigamos con el capítulo III de su Leviatán, donde aparece una discusión sobre
Hobbes me parece claro e interesante de leer: es uno de los primeros que plantea cómo "funciona" nuestra mente, que se pregunta por los vericuetos de cómo el ser humano opera. Y las respuestas que da, son muy similares a las que encontraríamos hoy, y que de alguna forma, van siendo refrendadas por la investigación científica. No todo lo que discutimos del ser humano ha sido explorado por la ciencia, pero parece que lo que expone el bueno de Hobbes es bastante plausible, dado lo que sabemos por el momento. El ignorar algo no debe detenernos en la discusión. Solo debemos, como siempre digo, estar "aware", advertidos, percatados de nuestra posición. Sigamos con Hobbes, más adelante escribe
Como siempre en Hobbes, aparece el concepto de miedo. Pero el punto que me interesa hoy destacar, es cómo más adelante describe, lo que yo llamaría operar con un modelo mental:
Justamente, el operar con un modelo, es algo que mencioné en: Yo agregaría al comentario de Hobbes, algo sobre el conocimiento de los mecanismos de las cosas para prever el futuro, mecanismos que descrubrimos en gran parte con el uso de una actitud científica. Sigamos leyendo:
Se refiere a esta capacidad de encarar un discurso mental. Es algo que no vemos evidente en los animales, que parecen carecer de esta caracaterística. Tal vez algunos primates, conciban el uso de herramientas en algunos casos, aplicando algún germen primitivo de esta capacidad. Pero hasta donde sabemos, es una capacidad humana. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 25 de Agosto, 2007, 11:51
Thomas Hobbes (1588-1679) fue un filósofo que entra en la escuela de los autores que procuran ser claros en cada punto que exponen. Es refrescante, entonces, encontrar en el primer capítulo de su Leviatán, una descripción de lo sensible para el ser humano:
Vislumbro una posición luego defendida por Hume y otros.
Ciertamente, Hobbes tiene otros escritos, aparte de Leviatán. Pero desconozco en dónde trata su teoría de la naturaleza, basada en el movimiento. Es interesante ver que Hobbes nota (lo que me parece adecuado) que para pensar sobre lo sensible, no hace falta en principio conocer su mecanismo en detalle. Creo que a la larga debemos investigar más, y en eso se encuentra actualmente la psicología científica, pero eso no nos impide, recordando siempre lo provisorio de nuestro puerto de partida, exponer y explorar sobre los sentidos en el ser humano.
Notable presentación de lo que se daría en llamar cualidades secundarias. Creía que el primero en distinguirlas habías sido Leibnitz. Es de destacar la importancia en el pensamiento de Hobbes del movimiento físico y medible, no como movimiento en Aristóteles, pensado como potencia que se convierte en actual. Más sobre Hobbes en: Works by Thomas Hobbes en el Project Gutenberg Existe el sitio http://www.thomas-hobbes.com/ (pero no vi que funcionara) Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 24 de Agosto, 2007, 0:26
Hace unos días, en otro post, Las cosas y la esencia, expuse sobre el tema de la esencia. Siguiendo con el tema esencia, encuentro en el Diccionario de Filosofía, de Mario Bunge, algunas definiciones. Para el bueno de Bunge, la esencia "de un objeto es el conjunto de propiedades que lo hacen pertenecer a su clase." Agrega "una propiedad esencial, a diferencia de una accidental es aquella sin la cual el objeto en cuestión no existiría como tal". Pone varios ejemplos. La esencia de un átomo es su número atómico, el número de protones en su núcleo. Es claro entonces que átomo es un concepto, que nos ha resultado útil de manipular. Bunge se detiene en el número de protones, porque los electrones pueden faltar, o bien un átomo puede tener electrones extras. Al ser más complejo un sistema, más propiedades esenciales tiene. En el conocimiento común, entonces, es difícil diferenciar entre las propiedades esenciales y las accidentales, o por lo menos, la diferencia es dudosa. En cambio, según Bunge, en la cienca no pasa lo mismo. Ve en ciencia dos definiciones compatibles de esencia. En la primera, una propiedad de las cosas de una clase es esencial si y sólo si aparece en una ley de tales cosas. En la segunda, las leyes son esenciales y las circunstancias accidentales. Creo que esto último da lugar a lo que en otra parte denomina esencialismo nomológico: "la tesis según la cual las leyes de una cosa forman parte de su esencia. Por ejemplo, las leyes del movimiento y las denominadas ecuaciones constitutivas son esenciales para el concepto de cuerpo. En cambio, las fuerzas (como la superficie sobre la que un cuerpo está obligado a moverse) son circunstanciales (contingentes o accidentales). De la misma manera, las condiciones iniciales y las condiciones de contorno son accidentales en lugar de esenciales, debido a que sus cambios no alteran la naturaleza del cuerpo." En otro lugar, discute que hay dos tesis de esencialismo ontológico. Una afirma que "todo objeto tiene propiedades esenciales", y que "esta concepción, rechazada por los nominalistas y las positivistas, se da por descontada en la matemática, la ciencia y la tecnología". Otra tesis afirma que "la esencia (en el sentido platónico de idea) precede a la existencia. Esta tesis tiene sentido sólo en la ontología platónica. Ni ella ni su dual ("La existencia precede a la esencia" tienen sentido en una ontología materialista en la que las esencias son propiedades, no cosas, y por consiguiente coexisten (y dejan de existir) junto con las cosas que poseen". Interesante el tema de la precedencia. No había reparado en el concepto de esencia como propiedades de una cosa, y que entonces, no puede la esencia preceder a la existencia, o al revés. Claro, el existencialismo del siglo XX utiliza alguna de esas frases, pero creo entonces que es un abuso del lenguaje. Eso no implica que el existencialismo, digamos, de Sartre, no diga algo interesante, o importante. Pero la frase "la existencia precede a la esencia" es una frase importante, tal vez para no tomar al pie de la letra. Bunge es duro con esos deslices del lenguaje. Yo creo entender sus razones: en un mundo de escritos donde el lenguaje se usa en formas tan flexibles, Bunge busca la precisión, por suerte para mí, también busca la claridad. A ver si puedo repasar acá lo que veo, desde mi jerga, como esencia: sigo pensando que la esencia es algo conceptual. Los conceptos que nos formamos, de "hombre", "mesa", los formamos de una manera casi instintiva. Luego, cuando salimos de los conceptos, cuando vamos a la realidad, hay corrientes del pensamiento que preguntan "¿qué es x?", y otras corrientes, que se preguntan "¿cómo es x? por ejemplo, en el sentido de ¿cómo funciona x?". Cuando uno pregunta por la esencia, es común, como menciona Bunge, que se arme una lista de propiedades esenciales, algo que debemos verificar, de alguna manera, que x posee como propiedades, para que lo incluyamos en la clase de los X. Yo, en mi postura, pregunto tanto por las propiedades esenciales de x para pertenecer a su clase X, como por el mecanismo de los miembros de X, cuando estudio, o me detengo a pensar, sobre algún tema. Pero me queda todavía investigar más. Por un lado, leo en estos días, un texto de Karl Popper, sobre distintas formas de esencialismo. Por otro, me enfrento al curso de filosofía de Cristina Lozano y Liliana Delgado, donde se plante la gran pregunta: ¿qué es el ser humano?. Creo que esta pregunta se hace en varios sentidos, no siempre en el sentido de la esencia. Es un tema a ir desarrollando. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 23 de Agosto, 2007, 12:29
En estos días, estoy leyendo el Leviatán de Thomas Hobbes. La introducción me sorprende con este texto:
Hobbes tiene una interesante postura, en su tiempo, que afirma que lo primordial es el movimiento. No como Aristóteles, donde el movimiento es el paso de lo potencial a lo actual, una especie de cambio cualitativo, sino que para Hobbes, todo es movimiento, físico, medible de alguna forma, de lo que está en la realidad. Es un mecanicista. Esa idea de movimiento según Hobbes, la encuentro explicada en Breve historia de la filosofía, de Julius Harnack. Muy interesante posición, en el tiempo del Renacimiento. Más adelante, en la introducción del Leviatán, Hobbes plantea que el estado es como un hombre artificial. Pero me llamó la atención cuando menciona el término de vida artificial, y se embarca en las comparaciones de más arriba. Debe ser uno de los primeros textos que se refieren al tema. En los primeros capítulos, se ocupa del hombre, sólo más adelante se ocupa del estado. Los primeros capítulos también me llamaron la atención, porque en algún momento, plantea temas sobre el abuso del lenguaje (como el uso de metáforas, falta de definiciones claras, etc) que son las que he mencionado en otros "post". Ya escribiré en detalle sobre la postura de Hobbes, que es una postura refrescante, para mí, entre tanto estiramiento del lenguaje actual. Pueden encontrar el texto en inglés del Leviatán en http://www.gutenberg.org/etext/3207 Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 22 de Agosto, 2007, 12:17
En junio de 1968, en el Centro Internacional de Física Teórica de Trieste, se desarrolló un congreso de física. Hubo una serie vespertina de conferencias, titulada "De la vida de los físicos", donde expusieron P.A.M. Dirac, W. Heisenberg, H.A. Bethe, E. Wigner, y O. Klein sobre sus propias vidas. Hubo una sexta conferencia, a cargo de E. Lifshitz, para recordar la vida de L. Landau que murió en ese año. En la conferencia de Heisenberg, este físico alemán, que tanto aportó a la física cuántica, y que tuvo una participación controvertida en el desarrollo de la energía atómica en Alemania, durante la segunda guerra, fue presentado así por el propio P.A.M. Dirac:
Notable declaración de modestia, viniendo de Dirac el incisivo. Se refiere a la década del veinte.
Heisenberg sentó, junto con Max Born, y Pascual Jordan, las bases formales de la mecánica cuántica, ordenando esos datos, y tratándolos matemáticamente, usando mecánica de matrices. Interesante el recuerdo anecdótico de Dirac:
Citado en La unificación de las fuerzas fundamentales, Ed. Gedisa, Adbus Salam, Werner Heisenberg, Paul Dirac. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 21 de Agosto, 2007, 0:07
Quisiera hoy escribir sobre el tema de la esencia, que tendré que ir describiendo de alguna forma durante este "post". Comencemos por lo que hacemos todos los días. Podemos salir de nuestro cubil, y pasear por los alrededores. El día es soleado, la temperatura agradable, y simplificando la situación, no tenemos a ningun otro mortal humano a la vista. Un día espléndido. Nos acercamos a un bosque, y entramos en él. Vemos siempre que vamos percibiendo sensaciones, colores, olores, que llegan a nuestros sentidos. Pero no se quedan ahí. Esos manchones de color, lo identificamos como nubes, cielo, camino, bosque. Las sensaciones se organizan, mejor dicho, las organizamos. Es algo que hacemos a cada momento, y lo hace algo nuestro, pongámosle el nombre, durante este discurso, de mente (notemos que estamos en pañales sobre esa "parte" de nosotros, mientras que de corazón podemos contar las arterias y venas, mientras que de cerebro, podemos ubicar surcos y pliegues, en la palabra mente depositamos algo que todavía no tenemos claro; esto no impide que podamos discutir, solamente hay que estar "aware", advertidos, percatados, de que es un término provisorio, como prácticamente todo concepto; como siempre, el problema no es la rigurosidad o la ambigüedad, sino el estar consciente de en qué posición estamos). Nos acercamos a un árbol. Lo reconocemos como árbol. De todas las sensaciones que nos llegan, lo recortamos, y aún a la distancia, nos lo presentamos en nuestra mente como algo sólido, como un objeto que está ahí afuera. Ese recorte de lo que nos es inmediato, esa formación en nuestra mente del modelo de la realidad, es algo que creo que hacemos desde hace centenares de millones de años. No estoy hablando que tengamos el concepto de árbol, todavía. Solamente que vemos ahí un árbol, que lo recortamos, como recortaríamos piedra, o leopardo. ¿De dónde viene esa capacidad, digamos capacidad animal? Me imagino a los primeros organismos que aparecieron en el planeta, consiguiendo reponer su energía de distintas maneras. Algunos de la energía solar, otros del calor del entorno, no sabemos los detalles (puede que el aprovechamiento del sol sea algo que surgió avanzada ya la vida). Abandonemos por un momento el bosque actual, y viajando al pasado, a quizás algún mil de millenos de añosa atrás, a examinar la vida. Fijémonos en un organismo, en esta expedición mental al pasado. Ese organismo se alimenta, se provee, de energía solar. Puede que flote en el agua, y se vea arrastrado por las corrientes, o esté fijo en una piedra. Para él, el ambiente apenas se diferencia en con luz y sin luz (me imagino a los árboles actuales en una situación similar, sumergidos en un universo unidimensional, con sólo luz y oscuridad para diferenciar). Sigamos nuestra exploración por esta situación hipotética. La cuestión que en algún momento, un organismo "descubrió", "decidió" (todas metáforas) que era más eficiente, o le servía, simplemente asimilar otros organismos para sobrevivir, o no quedarse en un lugar, o depender de la corriente, para conseguir luz. Aparecio un organismo que se movía, que oponía resistencia al ambiente, y necesitaba diferenciarlo, necesitaba conocer su posición y lo inmediato que lo rodeaba. Saltemos unos millones de años adelante, desde ese lugar. Nuestro organismo ahora se mueve, y tiene la forma de gusano. La parte delantera (hay delante, porque hay movimiento), es la conoce dónde va, qué le espera. Se desarrolla algún sentido, de temperatura, de luz, de acidez, lo que sea. Comienza a "ver" al ambiente, a interesarse en algo, y a actuar, moverse, en consecuencia. Llega un momento en la evolución, que los sentidos, y el proceso de lo que proveen, se ve mejorado por la organización de las sensaciones, en algo más: una representación más fiel del ambiente. Ya no hay sólo luz u oscuridad, para nuestros organismos bajo examen. Comienzan a distinguir lo que es la piedra que les espera adelante, en el medio del nadar en la laguna, o lo que es fondo, o el alga, u otros organismos. Comienzan a percibir recortes del ambiente, que corresponden con algo ahí afuera. Esto es importante: lo que comenzaron a recortar, es lo que importaba en su supervivencia. Pocos organismos desarrollaron el recorte, el apercibimiento, por ejemplo, del campo magnético terrestre. A pocos les servía ese recorte para sobrevivir. No quiero dejar la impresión de alguna mano natural que impulse a una teleología de formación de sentidos. Pero creo que se entiende lo que trato de exponer: la evolución (por poner un artículo y un sustantivo) se encargó (de nuevo una metáfora) de desarrollar artefactos para que los organismos tuvieran más elementos para distinguir del entorno lo que les importaba. Un entorno que fue el entorno inmediato, porque de eso se trataba: de ver, sentir, distinguir, la piedra, el alga, el depredador, que estaba cerca, cercano en términos de las velocidades que los organismos manejan. Ahora, toda esa representación, de las cosas (definamos acá cosa como objeto que existe en la realidad, independiente del sujeto), eran representaciones justamente de cosas, de algo importante, algo que estaba ahí afuera. Ningún pez desarrolló la capacidad de tomar las manchas amarillas que veía en todo a su alrededor, atrás, adelante, inmediatas o lejanas, y formarse alguna representación de todo eso como objeto, digamos "lo amarillo". No, sólo se formaron las representaciones que fueron importantes, y prácticamente todas, se dirigieron a representar cosas de ahí afuera: no representaciones inútiles para el objetivo de la vida. Dudo que algún gusano tenga representación de un arco iris. Volvamos a nuestro bosque presente. El árbol que está ahí a unos metros, lo recortamos debido a esas capacidades que hemos ido heredando por millones de años. Recortamos árbol, venado, piedra, leopardo. Pero no son recortes arbitrarios. Corresponden a cosas, o por lo menos, a apariencia de cosas que están ahí afuera, oponiendo resistencia a nuestro movimiento por la vida. Las hemos dispuesto en el espacio, porque de alguna forma nos hemos ido formando, evolutivamente, el manejo de espacio, pero eso no significa que el espacio no existe: corresponde, se refiere, nuestro espacio, el de nuestras representaciones, a algo de la realidad. Tal vez nuestra representación del espacio sea distinta de la de una hormiga, o de la de un murciélago, pero lo cierto es que ha sido adecuado, por centenares de millones de año, a lo que pasaba con otras cosas reales ahí afuera. Es interesante marcar un tema algo técnico: gran parte de esta discusión me ha surgido de estudiar algunos problemas de lo que se ha llamado algo pomposamente "inteligencia artificial". Durante años hemos tenido la capacidad de construir artefactos que midan, o "perciban" sensaciones del entorno. Pero se ha tardado décadas para que un artefacto, digamos robot, pueda procesar lo que una cámara de televisión le informa, y distinguir, en ese amasijo de sensaciones electrónicas, que aquello es un árbol. De ahí, me parece, la importancia de estudiar algo de inteligencia artificial, para poner en un mejor contexto los problemas que han surgido y de alguna forma se han resuelto, para ser los organismos que somos. Igual, tenemos que estar "aware" que la inteligencia artificial solamente trata de emular estos resultados. Olvidarse eso, es como tratar de estudiar los vuelos de los pájaros, estudiando los resultados aprendidos de la construcción de aviones. No necesariamente las dos ramas coincidirán en los problemas y soluciones. Bien, hemos avanzado en el discurso, pero todavía no mencioné la esencia. Sigamos adelante. No solamente recortamos el árbol de enfrente. De alguna forma, en algún momento de la evolución, apareció la capacidad de recortar, pero aplicar lo que manipulábamos de nuestra experiencia adquirida, y de nuestro cableado nervioso heredado, para dado un recorte (un árbol), aplicar lo que "conocíamos" a otro recorte (otro árbol). Apareció la formación de conceptos. No puedo afirmar cuándo apareció. Se discute si los primates o los osos hormigueros tendrán alguna representación de leopardo general. Pero evidentemente, nosotros tenemos una representación de árbol, que nos sirve para aplicarlo a varios recortes de lo inmediato: al árbol de enfrente, al de más allá, al de la derecha, al que está del otro lado del río. Llamemos, en este discurso, a eso, un concepto. ¿Y en qué consiste ese concepto? A que no solamente recortamos, sino que aplicamos lo que manejamos del concepto a varios recortes. No me hace falta cruzar el río, y tocar aquél árbol, para darme cuenta al tacto que está formado de madera (otro concepto). No hace falta quedarme a ver cómo aquél leopardo que me mira, me ataque: ya tengo el concepto de leopardo como predador peligroso para mi supervivencia. Aclaremos: esto que llamo concepto es algo difuso de definir acá. Es algo para refinar. Pero lo que quiero destacar: tenemos algún concepto (y veremos, algún modelo) de lo que hay ahí afuera, y lo aplicamos a varios recortes. Nuevamente: no es fácil programar un robot para que haga recortes, tampoco es fácil hacer que tenga conceptos y modelos de esos recortes, o que se los forme por experiencia. Pero esa es otra operación que hacemos. No solo recortamos, tenemos modelos que aplicamos a lo que recortamos. No creo que ambas capacidades hayan aparecido simultáneamente. Tal vez algo tienen en común, pero llegó un momento que el tema de darle un modelo al recorte, de "recortar" algo como piedra, y actuar sin tocarla presuponiéndola dura, se convirtió en algo importante en nuestra evolución. En el caso del ser humano, tenemos una herramienta más: el lenguaje. En mi opinión, la formación de conceptos, de modelos de los recortes que hacemos, apareció antes que el lenguaje. Hay otros que podrían discutir esto. Pero me parece evidente que los animales tienen recortes y modelos, podemos decir, conceptos embrionarios. Pero la aparición del lenguaje, permite operar con los conceptos de una forma tal, que hasta hoy llegamos a identificar la palabra árbol con el concepto que tenemos de árbol. Ahora bien, llegados a este punto, ¿por qué a esa cosa de allá la recortamos, le aplicamos el concepto árbol, y la llamamos árbol? Cuando el ser humano se pregunta eso, por la clasificación que hacemos de lo que se nos presenta, y se pregunta usando el pensamiento y el lenguaje (creo que hay pensamiento sin lenguaje), entonces surge el problema de la clasificación: qué es lo que eso sea árbol y no otra cosa, en nuestra mente. Ese es el problema de la esencia. Vemos que el problema de la esencia es algo conceptual. No es algo que esté en el objeto directamente. Pero recordemos: no llegamos a "árbol" por accidente. Hay algo ahí afuera a lo que corresponde, hay lo que se denomina un referente. Ahora, que tenemos lenguaje y pensamiento, surge la necesidad de explicitar el proceso automático que hemos hechos por millones de años. Es la búsqueda de la esencia, qué hace que eso sea árbol y no leopardo. Hay una esencia conceptual, pero hay algo que le corresponde ahí afuera. Creo que la esencia conceptual es un problema de definiciones, que tratamos de explicar ese recorte automático que hacemos. Y que la ciencia, o cualquier estudio que acerque verdades de la realidad, nos enseña en qué se base eso que hicimos durante tanto tiempo, nos enseña la esencia en el referente. Tenemos entonces: esencia del concepto árbol, y esencia de su referente. Mi postura: la esencia del concepto la vamos explicitando con definiciones, con ayuda del lenguaje y de otros conceptos (árbol es ésto y ésto). Mientras, en los últimos siglos, hemos ido descubriendo qué hay detrás de la apariencia, del sentido, de lo que vemos de árbol, para descubrir que hay un organismo, con células, metabolismo, semilla, vida y muerte, más allá de lo que los simples sentidos nos han dado. Yo llamaría esencia al primer sentido: esencia del concepto. Lo que es en realidad el árbol, es un tema que investigamos, y por ahora, hasta que alguien me muestre otro camino, es un tema en el que vamos avanzando con la ciencia. Entonces, de ahora en más, en este discurso, esencia es esencia conceptual. La esencia, entonces, es un tema de clasificación. Es un tema de explicitar, de poner en conceptos y palabras, por qué ese recorte x, pertene al conjunto A de los árboles, en nuestros modelos conceptuales de la realidad que percibimos. Llegados a este punto, analicemos algunas posturas sobre la esencia. Alguien podría decir: la esencia de un objeto la consigo por la experiencia. Dudaría de esta frase. Creo que se refiere a otro proceso. Es un proceso animal: no tenemos en nuestra mente todo cableado para reconocer y recortar todo lo que se nos presenta. Pero tenemos algunos cableados: la posición de nuestros ojos hacia adelante, nos ayuda a captar la distancia, y tendemos a agrupar bajo un objeto único, a algo que se componga de elementos contiguos y que se mueven, a otra cosa, quizás un organismo. Recortamos a un puma o a un dragón, aunque sea la primera vez que veamos un puma o un dragón. Con la experiencia podemos aprender qué podemos esperar de un puma o un dragón. Pero la esencia es una operación conceptual. Es algo más que la experiencia, podemos decir sí que se basa en parte en la experiencia. Pero también en nuestros cableados y analogías. El tema de la analogía (reconocer a un organismo, como organismo, aunque sea la primera vez que lo captamos, es de alguna forma una analogía) es un tema importantísimo en nuestro funcionamiento. Así como hay cableado (detectamos rojo, color, olor, sonido, no campo magnético, armamos forma, movimiento, no otras cualidades, porque así está cableado nuestro sistema nervioso), también está la operación de analogía para dado algo nuevo, procesarlo de forma similar a algo anterior o ya dado. Creo igual que el tema planteado en el párrafo anterior, amerita más análisis. Mi postura es que la esencia es muy conceptual, es algo que le ponemos nosotros, no es solo experiencia. Pero alguien podría replicarme: eso es la experiencia, captar y poner algo de nosotros para organizarla. El tema de la esencia, de alguna forma, a nivel conceptual, opera así: a x, el recorte, lo clasificamos como perteneciente al conjunto A, el de los árboles, si cumple algunas condiciones. De alguna forma, nos basamos en sus propiedades. Explicitar la esencia, es ponernos de acuerdo en qué propiedades son importantes para que esa clasificación sea positiva. Otra postura podría afirmar algo como que tenemos la esencia del objeto cuando lo percibimos directamente. Otra postura, diferente, es que solo conocemos el objeto cuando lo percibimos directamente (no confundir esencia con conocimiento, en este discurso). No podría entender ninguna de las dos posturas. Lo que percibimos del objeto de ahí afuera, apenas es lo que se nos ha cableado para la supervivencia. Es solamente apelando a la razón y al diálogo con la realidad (interrogarla, ponerla a prueba, por ejemplo, con alguna actitud científica), donde llegamos a ir más allá de lo aparente. Ninguna intuición humana (o de organismo) nos ha preparado para ir más allá de lo que nos ha interesado para la supervivencia. Es en el uso de la razón y el diálogo con la realidad, que hemos ido descubriendo que los objetos son parte de una realidad más grande, que aquella mancha en el cielo es toda una galaxia, y que hay otro lado de la luna. Esperar que la intuición directa, pura, abandonando el instrumento de la razón, nos dé o esencia o conocimiento de algo, es como pedirle a una hormiga que abandone su capacidad de acarrear hojas verdes, y resuelva problemas de análisis matemático. De vez en cuando, me encuentro con alguna postura sino igual, similar a las planteadas, donde se espera que, abandonando alguna capacidad como la razón, descubriremos alguna otra capacidad que nos sirva para captar y relacionarnos con la realidad profunda de una forma aparentemente mejor. Sigo sin entender el fundamento, la utilidad, de semejantes posturas, y no he visto a ninguna de ellas que siquiere muestre algo de resultado para el que la adopta (digo, resultado que pueda deberse a la adopción de esa postura, y no sea solamente un resultado accidental o debido a otras causas). Otra postura podría considerar a la esencia de una cosa, como el funcionamiento de la cosa. Bueno, ahí deberíamos hablar de un intento de definición de esencia, que abandonamos hace unos párrafos: la búsqueda que realiza la ciencia. Acá, vamos más allá de concepto y de modelo. Vamos a mecanismo. Repasemos y aclaremos. Si bien, más arriba, puse concepto y luego modelo, podría haber alguna diferencia, mínima. Mientras concepto de alguna forma, nos dá la clase de los arboles, el modelo de árbol es más que simplemente una palabra, o una clasificación. Nos asocia que todo x que recortamos, que ponemos dentro del conjunto A de árboles, tiene un modelo: sabemos que podemos quemar un árbol, por lo menos intentarno, que podemos talarlo, que si cruzamos el río, al tacto aparecerá como madera, que es sólido y no líquido, que no podemos correr y atraverso, y demás. Tenemos un modelo, lo que podemos esperar de interactuar con ese algo. Para manipular un modelo, debemos tener algunas capacidades. Una que tenemos es la imaginación. No sé si es la capacidad mínima que tenemos para manipular un modelo. Bien podrían los primates tener algo que no cumpla con todo lo que esperamos de imaginación humana, pero que consiga de alguna forma, formase imágenes. Pero de una u otra forma, como seres humanos tenemos imaginación. En la imaginación operan los modelos de las cosas que recortamos. De nuevo, en inteligencia artificial hay todo un tema de problemas para generar modelos de lo que circunda a un robot, y que vaya formándose imágenes del futuro, de cómo se presentaría el ambiente, si decide avanzar, y agarrar aquella pelota o empujar tal bloque de madera que se le presenta. El estudio de esos problemas, me ha puesto en claro que tenemos esas operaciones mentales, el uso de imaginación y modelos. Podría aventurar, que concepto de x es un conjunto de propiedades de x, y modelo, es cómo esperamos que x actúe en alguna circunstancia. Las propiedades me ayudan a clasificar lo que recorto, como "mesa" o como "árbol". El modelo me ayuda a planear, sin tener que actuar directamente. El modelo de una taza de té, me dice que si la empujo fuera de la mesa, caerá, y probablemente se rompa. Si no sucediera así, me sorprendería. Me sorprendería si el leopardo resulta amigable, y así. Los modelos nos dan un marco para operar con la imagen que tenemos de la realidad. La ciencia va más allá del modelo. El modelo nos dice que la luna tiene fases, de 28 días. La ciencia trata de explicar por qué es así el modelo. Trata de explicar por qué sucede X. Como seres humanos, muchos sucesos nos aparecen, y no sabemos por qué. Los llamamos contingentes. Explicar las fases de la luna (está iluminada por el sol, vean cómo las fases tienen relación con el sol, etc....) es dar algo más que el modelo: es explicar por qué el suceso X no es contingente, sino necesario. Siempre hemos tendido a encontrar la necesidad de los sucesos que nos rodean. Ese impulso, es parte del origen de los mitos (no creo que sea la única causa de su adopción, la muerte, la finitud, las dudas que nos plantea imaginarnos el futuro, ahí debemos buscar la adopción de mitos). Pero en los últimos siglos, hemos encontrado que dialogando con la realidad, hemos avanzado en el descubrimiento de los mecanismos. Hay corrientes del pensamiento, desde Pitágoras y Parménides, de alguna forma Platón, hasta podríamos decir Hegel, que se han recostado de manera exagerada, en la razón. La razón humana es solamente una herramienta, que emergió en la evolución. Sola, no puede hacer todo. Pero tenemos la realidad. Dialogar con la realidad, con actitud científica, con experimento, predicción y comprobación, con varios métodos científicos (no hay método único), es lo que nos ha ido permitiendo descubrir mecanismos, o imágenes y metáforas que corresponden de manera fructífera a los mecanismos que están abajo de la apariencia que se nos presenta. Ni la intuición, ni los mitos, ni la razón en aislamiento, nos llevarán más lejos. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 20 de Agosto, 2007, 1:14
Karl Marx tuvo varios hijos, tres murieron durante su vida. Laura, una de sus hijas, en la intimidad del hogar, le presenta a Marx un cuestionario. Las respuestas del padre se conocen como "Confesión a sus hijas" (1860-1865). Tengo un texto:
Notable que tenga a Kepler en la lista. Jenny es el nombre de su esposa, que lo acompañó durante décadas. Tendré que averiguar quién era Martin Tupper. La unidad de propósito es algo característico de Marx. Ratón de biblioteca le va bien, a quien pasó días enteros en la Biblioteca Británica. Y nosotros, qué hubiéramos respondido? (Fuente: Marxismo para principiantes, Néstor Kohan, Pier Brito, Editorial Era Naciente). Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 19 de Agosto, 2007, 0:30
De nuevo, leamos algo de Pensamientos, de Blaise Pascal (1623-1662):
Pascal se refiere al eterno silencio del universo infinito que en su tiempo ve venía vislumbrando. Ese terror del que habla, explica tantos esfuerzos de los seres humanos, por tapar el asunto, con distintos mitos. Yo creo hay otra cosa que nos angustia, que es la muerte. La posición del ser humano en el universo, tan mínima, tan perdida, no me parece tan terrible como la finitud de la vida. Intuyo que la mayor parte de la gente no se ha dado cuenta aún de la posición ínfima del hombre en el cosmos. (fragmento citado en Breve historia del mito, de Karen Armstrong). Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 17 de Agosto, 2007, 11:47
El obispo Berkeley, en su Tratado sobre los principios del conocimiento humano, discute no aceptar la existencia de ideas abstractas. Su discusión es clara, pero por alguna causa, no me convence: me parece que la abstracción ocurre, aunque no tengamos una "imagen abstracta", digamos, de un triángulo o de un hombre, sino siempre imágenes de un triángulo en particular u hombre en particular. Pero sí, creo, tenemos ideas abstractas, algo que manipulamos y manejamos, y que va más allá de la palabra "hombre", o "triángulo". Ya escríbí sobre el comienzo de ese Tratado en Berkeley y la filosofía. Si bien, entonces, no estoy convencido de su explicación, es interesante recordar algún pasaje sobre los problemas del lenguaje y las palabras:
Berkeley está en contra de la discusión metafísica, algo que retomará más adelante el bueno de Hume. Si bien su diatriba va en contra de las ideas abstractas, me gusta releer ese texto, desde el punto de vista de la falta de claridad que pueden aportar las palabras sin examen. Igual, no quisiera olvidar que el ataque de Berkeley va por otro lado.
Excelente. El bueno de Berkeley se molesta, se hace cargo, de exponer toda cadena de pensamiento que haya tomado. Me gusta interpretar su advertencia sobre las palabras, como una forma más de apoyar mi prédica por la claridad, y la disminución de la ambigüedad en un discurso. Se me dirá que el lenguaje es ambigüo: más razón para no entregarse a la oscuridad, más razón para desconfiar de una interpretación a "primera vista". Tantas palabras usamos y leemos, sin actitud crítica, sin ponernos a ver, a examinar, qué quería decir el emisor con tal vocablo. La mayor parte de las palabras son polisémicas. Que me disculpe Berkeley por aprovechar sus sentencias, para llevar agua a mi molino. Pero me parece importante ir aclarando, reforzando, explicando, mi "lucha por la claridad". Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 14 de Agosto, 2007, 2:24
Esta semana pasada, en un cliente, se planteó una discusión sobre las metáforas en la cultura de la empresa. Uno de los asistentes, Fernando Balbachan, lingüista, comentó una presentación suya sobre la metáfora, está publicada en: http://www.metaphorik.de/10/balbachan.htm Ahí encontraran una definición de metáfora, aparte de un desarrollo bastante detallado de un ejemplo, y bibliografía referente al tema. Encontré como definición de metáfora, la de Aristóteles: "La metáfora consiste en trasladar a una cosa un nombre que designa otra, en una translación de género a especie, o de especie a género, o de especie a especie, o según una analogía". No sé donde lo escribió el bueno de Aristóteles, supongo que en su Retórica. (consultar más sobre esa definición y otras posturas mas posmo sobre la metáfora en Ahí encontraran frases como:
Pero también, inextricables párrafos como
dignos de "en difícil es más cool", o de haber sido generado por una Dada Engine. Quisiera ampliar un poco lo que escribí sobre la metáfora y la transmisión del conocimiento. En mi post escribía:
Si fuéramos vulcanos, como el Señor Spock de Viaje a las estrellas, no necesitaríamos metáforas. Pero como nuestra mente necesita ayuda para comprender y retener conceptos y modelos, las metáforas ayudan. Como las alegorías, los proverbios y otras construcciones del lenguaje, son formas adicionales de comunicación de una idea. Pero insisto: si sólo usamos la metáfora, el receptor del mensaje puede no entenderla. Ya escribí bastante sobre la necesidad de claridad en: Ahí mencioné la utilidad de los ejemplos, en una explicación. Entonces, veamos un caso, un ejemplo, que ilustre mi punto. Una de las ramas de la matemática, es la teoría de grupos. Nacida de varios trabajos anteriores, nace como rama autónoma en el siglo XIX, y es una de las bases de la explosión de la estructuras en las matemáticas del siglo XX. Un grupo es una estructura, como anillo, cuerpo, espacio vectorial, que cumple con algunas características. Es producto de la abstracción sobre casos como las rotaciones en geometría, las operaciones sobre números, y otros campos. Desde hace un cuarto de siglo, me parece fascinante, y cada tanto vuelvo a leer sobre el tema. Uno de los libros que consulto, es completísimo. Pero sólo se dedica a exponer cada avance sobre la teoría, las definiciones, teoremas y sus demostraciones. Pero no colabora con dar ni un solo ejemplo concreto, mucho menos una metáfora. ¿Es un libro incompleto, le falta exponer conocimiento? No, ahí esta gran parte de la teoría de grupos. Sólo podemos pedir más si buscamos algún tema más específico. Tiene el conocimiento expresado claramente. Pero sin ejemplos, es muy difícil aprender sobre el tema. Pero si hubiera una hecatombe que hiciera desaparecer la civilización, y sobreviviera ese libro, los sobrevivientes podrían reconstruir la teoría de grupos. Pero sin ejemplos, ni metáforas, se hace cuesta arriba aprender con él. Para la claridad, necesitamos no sólo definiciones y teoremas, sino también ejemplos. El ejemplo nos permite acercarnos a modelar el concepto que se quiere transmitir, verlo de alguna forma concreta. Apliquemos la metáfora en teoría de grupos. Un grupo puede multiplicarse por otro, y, bajo algunas circunstancias, producir otro grupo. Uno puede usar la metáfora de manipular los grupos como números naturales o enteros, que tienen la operación de multiplicación. Siguiendo con la metáfora, uno puede entender que, así como hay números que no tienen divisores, habrá grupos que no tendrán grupos divisores. Así sucede. La metáfora grupo como número, ha resultado fructífera. Claro que hay diferencias. No todos los grupos se pueden multiplicar. Aparece un concepto más específico, el grupo normal. El símil del número primo, será el grupo simple. La clasificación de los grupos simples, apenas si terminó en la segunda mitad del siglo XX. Espero no haberlos aburrido con una exposición tan matemática. El punto es: - Puedo tener todo el conocimiento de teoría de grupos, sin ejemplos ni metáforas - Pero para aprender, los ejemplos son útiles - La metáfora puede resultar fructífera - La metáfora sola, o el ejemplo solo, no es lo más conveniente para transmitir conocimiento La mente humana está preparada para las analogías (recordemos los escritos de David Hume sobre el tema). Y cuando las analogías son manejadas con cuidado, nos sirven. Pero cuando son lanzadas sin mayor contexto, cuando son usadas sin dar una base donde aplicarlas, pueden o no ser entendidas, o ser entendedidas para "el lado de los tomates". Hay ramas del conocimiento, donde se abusa de la metáfora, con explicación mínima. El clásico caso es el de algunos filósofos, pongamos como ejemplar a Nietzsche. Creo que no hay excusa para usar metáforas en solitario: si no tenemos la capacidad de expresar claramente un problema, es que aún no lo entendemos. Y tenemos que seguir investigando, buscando formas de exponerlo. La metáfora por sí sola, es madre de la interpretación cualquiera, y ésta se desmadra fácilmente, en múltiples interpretaciones, tantas como fatigados y confundidos intérpretes. Disminuyamos la ambigüedad. Seamos claros. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 12 de Agosto, 2007, 0:22
En estos días, adquirí un libro estupendo, al que ya le había echado el ojo, pero que con tantas lecturas pendientes, y un presupuesto limitado, no había decidido aún comprar. Pero finalmente llegó el día: me crucé con el libro en una librería, en una cita de otro libros, en un comentario al pasar, y finalmente, en uno de esos puestos de libros que pululan en las veredas de mi ciudad, Buenos Aires. Viendo tanta insistencia del destino en ponerme por delante a ese volumen, inspiré hondo, me acogí (disculpen ustedes mi debilidad) a algún pensamiento mágico del tipo "por algo será", y tomando fuerzas y coraje, apuré los billetes para comprarlo. Ese libro delicioso (curioso adjetivo, más adecuado a una comida o una mujer que a unos papeles), es "La vida eterna" de Fernando Savater. Ya había nombrado a Savater en otro "post" (ver La historia no terminó) , y ahora vuelve a estar presente en mis pensamientos y elucubraciones. El libro trata, en el título, de lo que el título oculta: todas las artimañas y tecnologías que usamos, para olvidarnos de la muerte. Este es mi punto de vista, para entender a este libro: creo que los seres humanos nos afanamos en huir de la verdad de la muerte, a la que no queremos ver ni llegar, como comenté de alguna manera en Oye Mike, ¿cuál es el sentido de la vida?. Para conocer más sobre Savater, pueden visitar: Alguna entrevista: http://www.savater.org/entrevista.htm Volviendo al libro del bueno de Savater, habría tanto para comentar, pero puedo adelantar algo: leánlos tranquilos, Savater escribe en un estilo claro, tal vez lo más trabante será la cita de numerosos filósofos y pensadores, pasados y contemporáneos, que trataron los temas que explica. Pero creo si uno no conoce puntualmente la obra de tal o cual autor, puede seguir disfrutando de la lectura de este libro, que nos hace ver tantos puntos de vista para esperar, creer, buscar una vida eterna. Hoy leamos un fragmento del primer capítulo (espero que el bueno de Savater, o de su editor, no se enoje por estas citas textuales). Comenta el pensador español, que en un vuelo de avión, quería descansar, pero imposible:
Prosigue Savater, con su estilo exquisito:
Bien por el bueno de Savater. Me gusta la mención a Feynman, la aceptación que un científico "honrado" no expone verdades definitivas, y pide pruebas, demostraciones o "mostraciones" ante una gran afirmación, en lugar de contentarse solamente con aceptar lo que otro diga, por más sistemático o coherente que parezca. Luego sigue mencionando tantos temas interesantes: la verdad, crítica al posmodernismo, el "On Bullshit" de Harry Frankfurt, otro libro pendiente de comentario en este blog. Pero por hoy, basta este aperitivo, delicioso. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 11 de Agosto, 2007, 0:09
De vez en cuando, me encuentro con textos, que exponen claramente un punto en el que coincido al menos parcialmente. Este es el caso del inicio de un libro clásico, el "Tratado sobre los principios del conocimiento humano", de George Berkeley, filósofo irlandés, creador del idealismo subjetivo, y del "esse est percipi", "ser es percibido" (frase sobre la cual tengo alguna variante, "ser es interactuar", sobre la que más adelante escribiré). Ese famoso tratado, está separado en secciones numeradas. Aprovecho lo escrito por Berkeley, para comentar alguna coincidencia y diferencia. Leamos la primera:
Interesante planteo. Vemos cómo para Berkeley, la filosofía es "el estudio del saber y de la verdad", una verdad que hoy se duda en tantos ámbitos. La frase "gran masa inculta" es un poco fuerte en estos tiempos, y quizás sería tachada de políticamente incorrecta, pero hay que reconocer que muchos de nosotros pasamos por la vida, con una filosofía implantada, ya sea por la familia, el contexto, el ambiente, y que adopta algunos punto de lo que el obispo llama "sentido común". Pero es bueno destacar, que cuando uno comienza a tomar distancia y pensar, a filosofar sobre lo que nos pasa, nos rodea, y está ahí afuera y dentro de nosotros, el camino es no fácil. No hay más respuestas, sino nuevas y más preguntas. Sigamos con la segunda sección:
Yo también creo que nuestras facultades son limitadas, pero así como pienso eso, también tengo confianza que usando la razón Y (este Y es importante) el diálogo con la realidad, podemos ir investigando, explorando gran parte de las preguntas que tenemos pendientes de respuesta. Claro, habrá preguntas que quedarán afuera de esas capacidades (¿por qué hay algo en vez de nada? para recordar la gran pregunta de Leibnitz, aunque alguna esperanza hay en encontrar una respuesta del tipo "por que no podía ser de otra manera"), pero podemos acercarnos a vislumbrar algunas contestaciones, y por lo menos, ponerlas en contraste con la realidad. Berkeley menciona "finito" e "infinito", palabras usadas de esa forma durante muchos siglos de pensamiento filosófico. Creo que hoy están en retirada, sería interesante explorar alguna vez cuál es la historia de esta decandencia (intuyo el asalto que ha dado a esos conceptos la propia matemática hace un poco más de un siglo). Pero volviendo al tema: la filosofía trae más problemas, quizás, que soluciones. Y la razón es una herramienta que podemos usar. Tenemos que tener cuidado para manejarla correctamente, como toda herramienta. Algo más, menciona el obispo Berkeley en la tercera sección:
Me agrada leer este tipo de texto. No porque coincidan con lo que pienso (Berkeley luego apela a un dios, y toma otros caminos más discutibles), sino porque leo algo claro, algo que el bueno de Berkeley se ha preocupado por explicar paso a paso, acompañando al lector en su pensamiento. Muchas veces extraño esa deferencia, en textos de otros autores. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 10 de Agosto, 2007, 0:04
Muchos de Uds. conoceran este sitio: En este sitio, al parecer "sponsoreado" por una empresa que vende hamburguesas, tenemos la posibilidad de subir una foto nuestra, y la convierte a un personaje de los Simpson. Lo interesante, es que analiza los rasgos, la forma de los ojos, del pelo, y demás, y lo aplica a un dibujo Simpson. No lo he probado, pero he visto a varios conocidos convertidos a un look Homero. Seguramente, abajo de esto, hay todo un estudio de algoritmos, y reconocimiento de formas. Como en otros "post" sobre Internet, de nuevo tenemos que asombrarnos, por las cosas que aparecen en la red de redes. Yo no me saco fotos, así que paso. Pero anímense y pruebe! (hay instrucciones en varios idiomas, incluído en español). Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 9 de Agosto, 2007, 12:22
Hoy comienza el segundo cuatrimestre, del excelente curso de Cristina Lozano y Liliana Delgado, de Ideas y Organizaciones. Como en el cuatrimestre anterior: Retomando el curso de Filosofía sigo tratando de pasar por escrito varios comentarios, sobre los temas del progreso, qué es el hombre, la historia, filosofía de la ciencia, epistemología. Ya hubo varios post inspirados por temas tratados en estas clases. Gracias a Jorge Jaurena y a Fernando Urien, por avisarme e inscribirme en el curso, que es organizado en una empresa. Tenemos el interesante temario:
Justamente, estoy leyendo algo de Ch. Taylor, y Heidegger siempre está ahí pendiente. Fascinante Descartes; será magnífico visitar a Kant, y religión y razón. Como siempre, Platón y Aristóteles escribieron de todo, como escribió Whitehead, toda la filosofía es una nota al pie de algún escrito de Platón o de Aristóteles. De nuevo nos encontrarmos, como en otras ediciones del curso, con Castell, Sartre, Foucault, Freud y Nietzsche, interesante. Bien, a Miss Lozano y Miss Delgado les preocupa el tema femenino, asi que estará Simone de Beauvoir (¿no había escrito sobre la ciencia? debo investigar..). Agamben me resulta desconocido. Dennet, creo recordarlo, algo tengo en la biblioteca. San Agustín, lo encontré este año, gracias al curso de Laura Klein, aunque todavia no lo tocamos, yo algo leí (alumno aplicado...;-). Ahí también tocamos Kafka. Cassirer, no lo registro. Ya adelanto alguna postura mía: somos un pedo en una canasta, el ser humano es un ser contingente, no hay alma inmortal, estamos porque hace un tiempo cayó un meteorito y no hay más tiranosaurios (es una idea, hay que ver si fue así en la realidad), somos organismos, lo fascinante es no sólo que exista algo, y no la nada, sino también que hay vida. Hay flecha del tiempo, pero no hay finalidad en la historia, por lo menos en la humana, o finalidad segura. Centrar la vida en lo humano, me parece provinciano. Hay más que humano. Hay mucho más. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 8 de Agosto, 2007, 12:26
Ya lo había visitado hace unos meses. Llegó la hora de comentarlo por este blog. Pueden visitar el sitio http://labs.live.com/photosynth donde Microsoft tiene una demo de un producto en desarrollo. Basado en un conjunto fotografías reales, el sistema reconstruye en tres dimensiones un lugar físico, como una plaza, un edificio, y permite ir navegando, volando, caminar por ese lugar virtual. Para ir armando el lugar en un ambiente virtual, el software reconoce similitudes entre las fotografías entregadas. Necesita alimentarse de una gran cantidad de fotografías originales, pero lo interesante es que basada en información difusa, no clara, no relacionada directamente, permite "rearmar" el lugar fotografiado. En un futuro, permitirá desde una fotografía, reconocer cuál es el lugar fotografiado. Dos comentarios: lo interesante de los avances de este tipo de algoritmos, y el uso de Internet para mostrar los avances de este tipo de sistemas. Internet se ha convertido en una ventana para todo. Hace unos años, no podríamos probar este software, o deberíamos instalarlo completo en alguna máquina. Hoy, el avance en las aplicaciones, se puede ver, mostrar, adelantar, en este mundo virtual. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
Publicado el 4 de Agosto, 2007, 12:39
Me encuentro con este texto de "Confesiones" de San Agustín, citado en "Principio y Fin del Universo", de Abelardo Hernández (libro extraño que he rescatado):
Duro San Agustín. Por lo menos, rescato que reconoce que hay seres humanos que encuentran placer en conocer (al contrario de la idea ahora generalizada de conocer para tener poder, y derivados cercanos, que no creo que sean el caso). Veo que el conocimiento, a algunas personas, nos da placer. Y veo que ese placer corresponde a una de esos placeres que no producen mal alguno. Es fascinante conocer y comprender y entender algo, sobre lo que se ha meditado durante tiempo. Más adelante, en el mismo libro, encuentro para compensar, una cita de Anaxágoras de Clazomenes:
Ciertamente, el cielo es nuestra patria, así como la tierra. Veremos qué nos depara la historia humana. Por ahora, defendamos la curiosidad. Nos leemos! Angel "Java" Lopez |
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