Publicado el 11 de Septiembre, 2007, 2:19
Es conocido que Platón escribió varias obras en forma de diálogos, donde hacía intervenir a distintos personajes, el principal era Sócrates. He encontrado un pasaje al comienzo del díalogo El Sofista, donde uno de los participantes, denominado El Extranjero, representante de la escuela de Elea (ligada a Parménides y Zenón), conversa con Teeteto, joven matemático. Ambos aparecen en varios diálogos de Platón. En este caso, tratan el tema de qué es un sofista. Me gusta que El Extranjero apele a ponerse de acuerdo primero en algo:
Me gustaría destacar "nuestra investigación conjunta". Para Platón, y al parecer, para Sócrates, el diálogo no es una batalla de refutaciones, sino una búsqueda conjunta de alguna verdad. Pero lo que me llamó la atención, es la advertencia sobre "haber alcanzado un acuerdo... en vez de contentarnos con utilizar el mismo nombre sin preguntarnos lo que significa". No quisiera estirar demasiado la intención de esta frase, pero me gusta porque pone de manifiesto que dos personas pueden estar dedicando el mismo nombre a "algo propio de la mente de cada uno": hay que buscar un punto de acuerdo, para no entrar en una discusión vana, que sucede cuando los términos que se emplean no están claros, o peor, cada parte los interpreta a su manera. De ahí, mi insistencia en la claridad: definir es un problema, pero peor es no tratar de tener un acuerdo tentativo sobre lo que estamos discutiendo. La definición no tiene por qué ser definitiva, solamente servir de base para la discusión, y que tengamos alguna concordancia en las mentes sobre lo que estamos discutiendo. Citado en La teoría platónica del conocimiento, de Francis M. Cornford, Editorial Paidós, Parte Segunda: El sofista. |